La dilución es la combinación de agua, cognac y una esencia o más –generalmente hasta siete- de los florales. Los frasquitos donde se realizan las combinaciones suelen ser de 30 ml; es decir, que en un mes y a una frecuencia de cuatro gotas cuatro veces al día –frecuencia standard- el frasquito se vacía.
Es importante tomar ciertas precauciones de la dilución floral para que la energía que contiene el frasco alcance todo su potencial y no se deteriore con el correr de los días.
¿Cuáles son esas precauciones?
- Siendo la esencia floral puramente energía debe estar alejada (alrededor de tres metros) de cualquier carga energética capaz de influirla o afectarla notoriamente: es el caso de las computadoras o dispositivos móviles, de los microondas, de los televisores, de los perfumes y del humo de cigarrillo (la nicotina).
- Como la dilución está formada mayormente de agua, ésta se descompone con el calor excesivo. Por lo tanto debe permanecer fuera del alcance de los rayos solares o lugares calientes. Además, y como ejemplo, si es verano se intenta de aumentar el agregado de cognac para una mejor conservación.
- Nuestra boca está plagada de bacterias. Por consiguiente hay que tratar de evitar el contacto entre ella y el cuentagotas, si no corremos el riesgo que el agua se pudra. Por otro lado resulta conveniente que las gotas se mezclen y permanezcan en la saliva, al menos por unos segundos.
- El efecto de las flores comienza a ser relativamente completo después de diez o quince minutos de ingresadas en el organismo. O sea que sería importante (no es esencial) tomarlas en ayunas.
- En la dilución el agua adquiere las potencialidades energéticas de las esencias madres. Este proceso dura aproximadamente media hora. Por lo tanto hay que realizar la toma si dicho tiempo ha transcurrido. Esto, claro, ocurre sólo al principio, cuando preparamos o nos entregan el frasquito.
Si deseas más información sobre los florales de Bach te recomendamos la lectura de Diccionario Completo.